Violencia Machista
Muchas veces los
hombres somos víctimas de nuestra propia violencia machista generada por
nuestras acciones que nos pintan de cuerpo entero y nos transforman
inmediatamente en “boludos discutiendo sobre el color de la naranja”.
Esto me sucedió
el otro día. Llevo el secarropa a arreglar y el “técnico especialista” me dice,
sin ningún tipo de disimulo: Tenés que decirle a tu mujer que no le meta tanta
ropa dentro. Violencia machista strike one.
Dolido, por el
menosprecio demostrado por el sujeto acerca de no saber diferenciar la cantidad
del ropa del volumen del secarropa, y porque también la ropa la lavo yo,
contesto: No, eso no es, porque la ropa la lavo y la seco yo, ¿o vos sos tan infeliz
que tenés que esperar que te lave la ropa una mujer?. Violencia machista strike
two.
No se si toqué
alguna fibra íntima, pero el sujeto me responde: A mi la ropa me la lava mi
mamá.
Salí dejándole el
secarropa para la reparación y convencido que no vale la pena entrar en este
tipo de discusiones y menos si el otro tiene 58 años y tiene que esperar que la
mamá le lave los calzoncillos.
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